Antes de introducirnos de lleno al tema, me gustaría compartirles una experiencia en particular, la cual, detonó mi fascinación por este tema. En la FIL de Guadalajara en el año 2015 (cuyo país invitado fue el Reino Unido) se realizó una presentación titulada “Has the torch of magical realism been passed across the Atlantic?” (¿Ha pasado la antorcha del realismo mágico a través del Atlántico?) esa conferencia hizo que prácticamente fuera corriendo a leer la máxima obra de esta corriente literaria “100 años de soledad” y posteriormente “Pedro Páramo”.
Para dar contexto histórico cabe mencionar que el venezolano Arturo Uslar Pietri utilizó el termino realismo mágico para describir la obra de ciertos autores de origen latinoamericano. Desde entonces, se considera que el realismo mágico es un género literario, de amplio alcance artístico que tuvo su auge a mitad del siglo XX.
No se puede hablar de literatura latinoamericana sin nombrar al realismo mágico, porque desde el Boom Latinoamericano, hasta nuestros días, ella se ha nutrido de elementos pertenecientes a la fantasía.
Sin embargo es necesario aclarar que no es lo mismo hablar de fantasía que de realismo mágico, porque para que una obra pueda ser contenida en este último no debe ser exclusivamente fantástica, sino contener elementos de fantasía en una historia realista, donde dichos elementos sean tomados como naturales por los personajes.