martes, 21 de febrero de 2017

Realismo Mágico

Antes de introducirnos de lleno al tema, me gustaría compartirles una experiencia en particular, la cual, detonó mi fascinación por este tema. En la FIL de Guadalajara en el año 2015 (cuyo país invitado fue el Reino Unido) se realizó una presentación titulada “Has the torch of magical realism been passed across the Atlantic?” (¿Ha pasado la antorcha del realismo mágico a través del Atlántico?) esa conferencia hizo que prácticamente fuera corriendo a leer la máxima obra de esta corriente literaria “100 años de soledad” y posteriormente “Pedro Páramo”.

Para dar contexto histórico cabe mencionar que el venezolano Arturo Uslar Pietri utilizó el termino realismo mágico para describir la obra de ciertos autores de origen latinoamericano. Desde entonces, se considera que el realismo mágico es un género literario, de amplio alcance artístico que tuvo su auge a mitad del siglo XX.

No se puede hablar de literatura latinoamericana sin nombrar al realismo mágico, porque desde el Boom Latinoamericano, hasta nuestros días, ella se ha nutrido de elementos pertenecientes a la fantasía.
Sin embargo es necesario aclarar que no es lo mismo hablar de fantasía que de realismo mágico, porque para que una obra pueda ser contenida en este último no debe ser exclusivamente fantástica, sino contener elementos de fantasía en una historia realista, donde dichos elementos sean tomados como naturales por los personajes.

domingo, 12 de febrero de 2017

¿Qué hace a una obra un "clásico"?

Hoy en día una de las maneras en que describimos al arte (en todas sus formas) y a la genialidad de su calidad e impacto es asignándole el término “clásico”. ¿Pero qué significa esto realmente? ¿Cómo puede algo tan subjetivo como la interpretación de una obra ser fácilmente clasificada? ¿Realmente existen los clásicos?

Yo suelo trabajar asumiendo que cuando las personas hablan sobre que algo es literatura, arte, o música “clásica”, le están atribuyendo a ese trabajo una de las siguientes características:
  1. La obra en cuestión ha perdurado, o parece que perdurará, la época y el contexto cultural de su composición. Cosas que literalmente todos leyeron el año pasado puede que sean o no buenas, pero cosas que la gente aún sigue leyendo después de cien años probablemente han mantenido a sus lectores por una buena razón.
  2. La obra toma algo universal como su tema, y maneja materias que son de interés a las personas de todos los tiempos y lugares.
  3. La obra tuvo influencia en obras posteriores y fue innovador de alguna manera. Esto puede ser desde ser el primero de un género, el primero en usar una técnica narrativa o estilo, o representar un ejemplo muy temprano de una tendencia que eventualmente se convirtió en algo importante.

De hecho, el escritor italiano Italo Calvino llegó a escribir un ensayo sobre este mismo tema, del cual humildemente me gustaría extraer una línea:

“Un clásico es un libro que nunca ha terminado de decir lo que tiene que decir.”

O sea que un clásico es el tipo de libro que se enriquece entre más lo vivas y experimentes, y que merece una releída.