Uno de los tópicos más controversiales en los últimos años es la búsqueda de adquisición de derechos por parte de ciertas minorías sexuales: desde ser aceptado el matrimonio entre personas del mismo sexo hasta la aceptación de personas que atraviesan un cambio de sexo. En si lo que conocemos generalmente como derechos LGBT+.
Aún con toda la prensa que se le ha dado al tema, yo pienso que en México falta mucho por lograr en el ámbito social en este aspecto; la causa más notable de que este país no sea tan progresivo como podría es la ignorancia sobre el tema. ¿Cómo esperamos que la sociedad acepte las experiencias de ciudadanos que están (por falta de otra expresión) fuera de lo que se considera normal si no nos molestamos en educarla?
Unos de los puntos esenciales de la teoría de género es el reconocimiento de la diferencia entre sexo biológico y género.
El sexo biológico, normalmente denominado sólo como “sexo”, identifica a una persona como mujer, hombre o intersexo. Es determinado por la anatomía sexual, hormonas y cromosomas de la persona, y es establecido cuando el óvulo es fertilizado.
El género es nuestro estatus social y legal como hombres y mujeres. Cada cultura tiene estándares de la manera en que las personas se deberían comportar de acuerdo a su género, pero ese ya es otra discusión enteramente. Junto con el concepto de género, también está la identidad de género. Todos nosotros tenemos una identidad de género, que símplemente representa nuestros sentimientos más profundos sobre nuestro género, el cual expresamos en la manera en que nos expresamos, ya sea masculina o femeninamente. Esto da pie a que existan personas transgénero o transexuales, que son personas a quienes su sexo biológico y su identidad de género no concuerdan. Ellos sufren usualmente de un desorden psicológico conocido como disforia de género, cual causa una angustia clínicamente significante por el hecho de la discrepancia entre su sexo y su género.
Junto con esos dos conceptos también me gustaría agregar el de orientación sexual. Éste es el término que se usa para describir si la persona siente atracción sexual al género opuesto, el mismo género o ambos. La orientación sexual es totalmente independiente de la identidad de género.
Por último, quiero retroceder un poco y explicar a las personas intersexo que mencioné un par de párrafos arriba. Es común pensar que las personas son u hombres o mujeres. Pero eso no es del todo cierto. Hay personas que nacen con órganos sexuales externos que no son fácilmente identificados como masculinos o femeninos. Incluso hay otras que tienen cromosomas sexuales diferentes a XY o XX. Personas así se dice que tienen condiciones de intersexo. Aproximadamente 1 en cada 2’000 personas nacidas son intersexo. Para algunas personas, su sexo es algo identificable al nacer, pero para otras puede no ser obvio hasta la pubertad. Las personas con condiciones intersexuales pueden ser sexualmente ambiguas de distintas maneras:
- Pueden tener órganos sexuales que asemejan ser algo femeninos, masculinos o ambos. Pero, cabe notar, que no tienen genitales femeninos o masculinos completos.
- Pueden tener un clítoris grande - más de 1 centímetro de longitud.
- Pueden tener un pene pequeño - menos de 3 centímetros.
Algunos bebés nacen con tejido tanto ovular como testicular.
Hay otras diferencia que no pueden ser detectadas más que con ciertas pruebas hormonales y de cromosomas, por lo que muchas personas con condiciones intersexo pueden pasar toda su vida sin darse cuenta.
Algunas personas piensan que es el deber de los padres asignarles un género a las personas intersexo (ya sea mediante una operación o una crianza específica) mientras otros piensan que se les debería dar la oportunidad de elegir una vez que tengan la edad suficiente.
¿Ustedes que piensan?