Hace dos años me encontraba en mi casa cenando como en un día cualquiera y mi padre recibió una llamada de su hermano, no sabíamos exactamente que era lo que platicaban pero recuerdo la cara de asombro de mi padre, al terminar la llamada mi padre nos dijo que mi tío había comprado tres boletos para ir a visitarlos a Estados Unidos y que el vuelo saldría la madrugada de ese mismo día.