Mujer

¿Que entendemos por mujer? La historia nos ha dicho que una mujer debe de ser delicada, hermosa, femenina, servicial a su hombre, ingenua, una buena madre, una buena esposa, amante, buena hija, cumplir con estándares de belleza. Pero ¿esto realmente nos hace ser una mujer? Nos educan para pensar que para realizarnos como mujer debemos de cumplir con estas características. Pero ¿qué pasa entonces cuando una mujer no cumple con estas condiciones? Es rechazada, marginada y sea vista como si algo en ella estuviera incorrecto, como si ser valiente, independiente, fuera algo malo. Cuando la sociedad vea a una mujer que no depende de ningún hombre, estudiando, tomando sus propias decisiones, cuidando a su familia como madre soltera, vistiendo como a ellas le gusta es tachada de mandona, histérica, loca, sin embargo, si fuera un hombre quien tuviera estas características lo llamarían líder, jefe, gerente, macho, todo un hombre.

Esto se puede ver a lo largo de la historia, cuando en la segunda guerra mundial las mujeres fungieron como una pieza clave ya que en las características antes mencionadas no se pensaba que fuera un factor de preocupación y fueron utilizadas como espías para obtener información del enemigo e indirectamente fueron salvando millones de vidas.

Otro ejemplo de empoderamiento de la mujer sería cuando Harriet Tubman Se enroló en el ejército de la Unión durante la guerra de secesión y su experiencia clandestina la llevó a infiltrarse como espía en las fuerzas confederadas. Fue la primera mujer que dirigió una operación de combate, pero también fue enfermera y, gracias a su conocimiento de las plantas medicinales, trató a los soldados de enfermedades como la disentería. Vivió en la pobreza hasta que, a los 78 años, le concedieron una pensión como veterana de guerra.

Como estos hechos hay más de los que podemos aprender y muchos más de los que no sabemos y fueron documentados. Mujeres que nos han hecho ver que tener liderazgo, seguridad, inteligencia, independencia y valentía no nos hace ser menos mujer, no nos hace ser hombre.

Nos hace ser mujeres empoderadas que conocemos nuestro valor, nuestros derechos, nuestra capacidad de lograr nuestros objetivos, recuerden que está científicamente demostrado que la voz de la mujer es difícil de registrar para el cerebro del hombre. ¿Eso qué significa? Pues que, en este mundo, con hombres más grandes, fuertes y rápidos, si no estás preparada para luchar, el silencio te matará. No dejes que el miedo te paralice. Tienes una voz, úsala. Habla, levanta la mano, grita las respuestas, hazte oír.

Y quiero dejarlas con una frase: No sueñes con el éxito, trabaja para tenerlo

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