Actualmente el uso de las redes sociales es indispensable tanto para la comunicación social cotidiana como también en el ámbito profesional y laboral.
La era 2.0 llegó, en ella predomina la interacción por medio de artefactos tecnológicos, que a pesar de poseer la ventaja de proveer una comunicación instantánea, amplían el círculo cercano y aproxima a personas que crean vínculos y relaciones cibernéticas que se encausan en el camino de la despersonalización, provocando el refugio en una realidad paralela, escapando del mundo real.
Estas relaciones pueden ser peligrosas en algunos casos, ya que no es posible tener la completa seguridad de quién está escribiendo realmente al otro lado de la pantalla y a quiénes se confían datos importantes que luego pueden ser usados para fines maliciosos.
Las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram tienen acceso directo a la locación de los usuarios, información personal importante tanto básica como específica, y son una ventana abierta acerca de sus vidas, de cómo se ven físicamente y de las personas con las que se relacionan con frecuencia, por eso hay que manejarlas con extremo cuidado y a conciencia.