martes, 25 de febrero de 2020

3 Minutos

Al despedirse la hora mágica, mi abuela siempre me cuenta un cuento, el cual es el que hace brillar mis ojos como dos hermosas perlas contra el sol. Lo que me intriga cada noche es que jamás puedo escuchar el final, todas las veces que me lo lee, me quedo dormido, aunque sea a la mitad de la historia.
“Nadie habría podido imaginar lo que iba a suceder en el breve tiempo que tardaba en cocerse un huevo pasado por el agua. Tres minutos podrían cambiar el destino”.


domingo, 23 de febrero de 2020

Mi Carta a Madero

México no estuvo hecho para ti, Madero.
En un México lleno de angustia, de un progreso que se presumía, pero era para pocos. Una constitución, aparente mente la mejor de Latinoamérica, pero que solo era un papel de adorno. La palabra de Don Porfirio, la Ley. La democracia, una simple leyenda. Indígenas trabajando hasta morir en el sur de México, el Norte olvidado y dejados a la ley del monte donde el Salvaje Oeste estadounidense era un paraíso comparado con Durango.