La personalidad es un concepto abstracto difícil de definir y delimitar, es algo que no podemos ver, que solo podemos deducir a través de la observación de las conductas, actitudes y formas de ser de las personas. Pero, lo cierto es que cuando vemos a alguien que tiene una personalidad arrolladora, no pasa desapercibida incluso nos da miedo hablarle, que cuando vemos a alguien con una personalidad antisocial ni nos interesa, y esto me deja pensando ¿Cómo es que la tiene?
El Human Genome Project
(Proyecto del Genoma Humano) nos dice que se calcula que los seres humanos
tenemos entre 20,000 y 25,000 genes. Cada persona tiene dos copias de cada gen,
una de cada progenitor. La mayoría de los genes son iguales en todas las
personas, pero una pequeña porción de ellos (menos del 1 por ciento del total)
varía un poco de una persona a otra. Los alelos son formas del mismo gen con
alguna pequeña variación en su secuencia de bases de ADN. Pero estas pequeñas
diferencias determinan los rasgos únicos de cada persona.
Teniendo en cuenta esto me
lugar a muchas dudas como y seguro ustedes igual como, por ejemplo:
¿Heredamos el carácter de
nuestros padres, al igual que el color del pelo?
¿Cómo es que, si un padre
es alcohólico, un hijo no lo es, pero el otro sí?
¿Por qué si mi madre es
buena en deporte, yo soy malo en deporte, pero mejor en matemáticas?
¿Si somos hermanos porque
el es más social que yo?
¿Qué tanto es genética y
que otra aprendemos?
Desde hace más de 150 años,
biólogos, psicólogos y genetistas se esfuerzan por contestar esta pregunta.
Sobre las aptitudes
musicales, sociales, de creatividad y la elocuencia influyen mucho los genes,
aunque se ha comprobado que la educación que nos dan y las condiciones de vida
también tienen un papel fundamental. Incluso hay investigaciones sobre los hijos
adoptados pues manifiestan más similitudes con el carácter de los padres
biológicos, a los que no conocen, que con el de los adoptivos, pero también hay
otros estudios, que confirman la influencia de los progenitores, de los
compañeros y de la experiencia en el desarrollo de los niños.
Se reconoce que algunos
rasgos del carácter, por ejemplo, la inteligencia, dependen tanto de un número
variable de genes, si suponemos que la madre es muy inteligente y el padre no
tanto, el niño puede heredar una inteligencia media, por debajo de la media.
Pero… ¿porque no elegir seguir estudiando y aprendiendo para superarte y no
estar en inteligencia media?, ¿estás dando por hecho que solo por genética ya
no puedes llegar más lejos?
Cada persona tiene su
propia personalidad, es algo que nos hace únicos. Al nacer no tenemos una
personalidad defina, tenemos cierta disposición genética a ser de una u otra
manera que se irá configurando con la experiencia. Podemos decir que la
personalidad tiene una parte determinada por los genes como es el temperamento
pero que otra se configura en función de las experiencias que vive cada persona
y da lugar al carácter. El temperamento y el carácter delimitan la personalidad
de cada persona.
Empecemos con el
temperamento. El temperamento es innato. Las personas nacemos con un tipo u
otro de temperamento, es la parte de la personalidad que viene determinada
genéticamente y por lo tanto es inevitable y no se puede cambiar.
El carácter es la parte adquirida de la
personalidad. El carácter hace referencia a los comportamientos y reacciones
que se han desarrollado y se convierten en hábitos como resultado de las
experiencias vitales y el carácter puede modificarse.
Investigaciones y artículos
dicen que los científicos delimitaron 5 grandes rasgos que al combinarse dan
lugar a la personalidad de cada persona y cada uno de los rasgos tiene dos
extremos, y según el lugar donde se situé la persona darán lugar a un tipo u
otro de personalidad o manera de responder.
1. APERTURA A NUEVAS EXPERIENCIAS. Este rasgo nos indica si
la persona tiende a buscar nuevas experiencias o no. Si le gusta hacer cosas
nuevas o no. Las personas abiertas tienden a buscar nuevas experiencias
continuamente, en cambio sí nos vamos a la parte extrema las menos abiertas son
más convencionales en cuanto a sus intereses.
2. EXTROVERSIÓN O SOCIABILIDAD. Esta característica nos
indica si la persona es más o menos sociable. Las personas extrovertidas serán
muy sociables y buscarán la compañía de otras personas, en el lado opuesto
están las personas introvertidas serán menos sociables, que tenderán a aislarse
y disfrutarán de su soledad.
3. RESPONSABILIDAD. Esta característica nos
indica si la persona está centrada o no con sus metas y objetivos personales.
Es la capacidad de dirigir y controlar los propios impulsos y la propia
conducta. Las personas responsables no solo se tratan de complimientos también
de controlan sus impulsos y trazan planes para lograr sus metas, en cambio las
personas irresponsables son más impulsivas y tienen dificultades para lograr
sus objetivos.
4. AMABILIDAD. La amabilidad indica si la persona muestra
simpatía, y buenas maneras con los demás o no. Las personas amables tienden a
cooperar con los demás y a simpatizar con otros, en el polo opuesto están las
personas menos amables, son personas críticas, que no saben cooperar con los
demás y a menudo se muestran suspicaces.
5. ESTABILIDAD EMOCIONAL O NEUROTICISMO.
Este rasgo hace referencia a la manera de las personas de enfrentarse a los
problemas de la vida. Las personas con estabilidad emocional se muestran
sosegadas ante los problemas, mantienen un estado de ánimo estable, lo que les
permite afrontar los problemas y buscar soluciones. En cambio, las personas con
poca estabilidad emocional suelen variar sus estados de ánimo, tienen una
tendencia a las emociones negativas como la ira, miedo, vergüenza, culpa en
situaciones adversas.
Para finalizar entonces los
genes y el entorno en que vivimos, tendrá importancia a lo largo de nuestra
vida, los investigadores han podido comprobar que las familias tienen una
influencia destacada en el desarrollo de las capacidades mentales del niño
durante sus tres primeros años de vida, Pero cuando los niños alcanzan la edad
para entrar en la escuela primaria, los genes vuelven a imponerse. Dando lugar
que a los cinco y seis años los niños ya son tan independientes que se buscan
un entorno en acorde con sus predisposiciones. Un niño deportista por ejemplo
se dará cuenta en la clase de educación física de lo bien que sabe tirar la
pelota y lo rápido que corre, esto debido a su genética, pero cuando vaya
creciendo y mejor se haga en el deporte, sabrá elegir a sus amigos y las
actividades de ocio para disfrutar de sus talentos personales.
Entonces, aunque todos
nacemos con una predisposición genética determinada, como lo es el
temperamento, al final éste se va moldeando con las experiencias que vivimos y
decisiones que tomamos, dando lugar al carácter, haciendo una mezcla de
genética y elecciones para nuestra vida.
¿Y tu que prefieres, tu
genética o tus elecciones?
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