viernes, 26 de febrero de 2021

La falsa libertad

¿Qué es la libertad? Esta pregunta ha estado atormentando las mentes desde hace siglos y aún no parece que haya una respuesta. ¿Será que estamos condenados a ser libres de forma que la libertad fuera inherente a la condición humana? ¿O será la capacidad de aplicar la razón y convertirla en praxis? En cualquier sentido tienen muchas dificultades en cuanto a lo que sentimos los humanos que fuera la libertad. La alma humana no se sacia al estar tan limitada por un cuerpo de la forma en que mencionó Platón. 

 


Al analizar de una forma general podríamos decir que la libertad sería tener libertades, pero ¿cuáles serían las libertades básicas y por qué? Porque es claro que no todos tenemos las mismas libertades. ¿No podría ser el poder o la capacidad sinónimo de la libertad o por lo menos unos de sus principales pilares? Bajo este punto podríamos recordar esa frase del Tío Ben: “Un gran poder trae una gran responsabilidad”. Pues en la mayor capacidad para hacer las cosas existe también la decisión de no hacerlas, sean estas etiquetadas como buenas o malas. Pero entonces, si fuera que la libertad tiene una relación directa con la capcidad de una persona es ilógico hablar de libertades universales pues es evidente que no todos tenemos las mismas libertades, pues en ese caso seríamos todos pobres. La única libertad humana sería el vivir, ni si quiera con razón como diría Aristóteles que es la escencia del ser humano. Nuestra libertad no sería diferente a la de los demás seres vivos más simples y nuestra existencia nl sería más simple que la de existir, siendo esta más importante que la escencia como Kierkegaard lo veía con angustia. Entonces cómo podemos exigir vida digna como un derecho humano si no todos tienen la capacidad de darse una vida digna por muchos factores que puedan intervenir en su vida diaria.

Es necesaria la profundización del concepto de la consciencia para entender la libertad, pues en esta se supone que residen las tomas de decisiones que se hacen a diario. ¿No sería verdadera libertad elegir las opciones que puedes elegir? Pues el solo poder elegir las opciones que, aleatoriamente o por razones que desconocemos y aún no descubrimos o nunca descubriremos, se nos presentaron en esas circunstancias. En esta cuestión parece ser que es necesario que la consciencia sea limitada y efímera, ya que si fuera eterna sería ilimitada y capaz de ejercer una libertad total. ¿Pero qué sería esta libertad total? No sería la capacidad de elegir las opciones a completo capricho de la mente, pues en su misma existencia está limitada por lo que la creó: la lógica. Sería inútil, imposible e ilógico que la consciencia ilimitada pudiera crear algo fuera del suelo que la sustenta como crear algo que es y no es, en el mismo sentido de ser y simultáneamente. Entonces al encontrarnos que hay límites para una mente ilimitada es prudente afirmar que los hay para una mente efímera.

Una vez comprendiendo que no existe una libertad que ejerza fuera de la lógica es necesario cambiar uno de dos conceptos: o la libertad total está ligada a la potencia, es decir, no se puede elegir un cambio a lo que no se puede ser como un polluelo elegir convertirse en un lagarto y de esta forma el concepto “total” no fuera referido al todo concebible e imaginable sino a la totalidad de las potencias posibles; o el de la libertad, que no sería una elección sino una opresión u obligación que tiene el individuo, es decir, el individuo debería poder tener la elección de no elegir, creando así una paradoja sobre la libertad, pues al elegir no elegir ya se está tomando una elección. ¿No sería libertad poder elegir no existir si incluso nuestra propia existencia y nacimiento se hizo sin nuestro consentimiento?

Me parece muy ilógica la concepción de la libertad, pues parece no ser algo sólido a lo largo de toda la historia. En ciertos puntos se puede concluir que había gente siendo oprimida y esta no parecía importarle, ¿o será que ni idea tenían de su opresión? ¿Habrán sabido ellos lo que era la libertad? No me convence que pueda definirse la libertad de una forma objetiva dentro del lenguaje y definir qué es libertad y qué no es libertad como lo habíamos hecho antes. En todas las conclusiones parece que la misma lógica nos impide definirla (¿o ser libres?). Si fuere así parece ser más prudente que la libertad estuviera fuera del lenguaje y solo lo podamos explicar con una de las sombras que entran en este. Las sensaciones.

Sin entrar al análisis de Berkeley sobre la inutilidad del lenguaje, parece que la libertad solo la podemos explicar como una sensación. Siendo esta la que define la libertad de la gente. Sería así que la persona con más libertades pueda sentirse limitada, ya sea por su sociedad, su familia, el gobierno, su mismo ser o la misma existencia. Es necesario diferenciar la libertad de las libertades, pues libertades puede haber al mismo tiempo que la libertad sigue inexistente y así respaldando lo que se viene a continuación. De igual manera el más oprimido pueda sentirse libre como si fuera un bello pájaro nacido en jaula de cristal. ¿Quién se habrá sentido más libre en los Estados Unidos de América en el siglo XVIII? ¿Los negros del norte que tenían derecho pero si intentaban ejercerlos la muerte les esperaría o los negros esclavos del sur que tenían vidas a la mano de los más ricos de la zona? Es por todo esto que a Alexis de Tocqueville siempre se le dificultó explicar la libertad cuando le preguntaban sobre ella. Él se entristecía al escuchar esta pregunta pues significaba que el que la hacía nunca la había experimentado. Es aquí cuando concluye que la libertad es una sensación y no un estado.

Fibonacci

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Este blog AJEF da la bienvenida a cualquier tipo de pregunta, crítica o debate sobre sus publicaciones. Recuerda mantener un lenguaje profesional.