lunes, 5 de marzo de 2018

Un poco sobre el pensamiento de Friedrich Nietzsche

Antes de todo, quiero decirles porque me enfoqué solamente en Nietzsche teniendo a tantos filósofos por investigar. Me ha llamado la atención porque mi padre cita muchas de sus frases o me ha explicado un poco de lo que Nietzsche decía y opinaba sobre ciertos conceptos, como sería el bien, el mal, la felicidad, el amor. Mientras investigaba en mi computadora me di cuenta de que la gran mayoría de creencias y modo de ver la vida para mi papá está basado básicamente en lo que Nietzsche decía, por ejemplo, mi papá era católico de pequeño y según creo él nunca jamás le vio algo “malo” pero cuando creció y comenzó a entrar en el mundo de Nietzsche, éste lo influyo en su pensamiento sobre la religión. Para Nietzsche creer en una religión como la católica era simplemente miedo, porque todo el remordimiento, angustia o impotencia que siente el ser humano, tiene la necesidad de ser perdonado por las leyes de la moral que ha impuesto el mismo catolicismo en la sociedad y en estas leyes de la moral el ser humano no se manifiesta como una persona libre, porque en ella se practican conductas para esclavos: obediencia, sacrificio, humildad. O sea que la gente que está en una religión realmente no es libre, para Nietzsche el ser libre o poder llegar a hacerlo, es creando nuestras propias reglas, que la sociedad no te diga que hacer o decir o que es lo prudente. Hacer las cosas que te guste hacer como quieras y cuando quieras sin tener remordimiento alguno por ello. Si al hacerlo alguien te critica o dice cualquier cosa esa persona está mal, porque la persona tiene diferentes reglas para sí mismo y no puede cambiar tus ideales porque entonces te estaría privando de tu libertad.

Nietzsche hablaba también de la liberación del hombre, llamando a su proceso para llegar a ella, el superhombre (übermensch), la cual explicaré:

Estando en nuestra primera etapa de metamorfosis “camello” para llegar a ser el superhombre (übermensch) tenemos que soportar las cargas más pesadas; para ello tendríamos que luchar con espadas, lanzas, cuchillas y hasta puños con el miedo, el amor, la confianza, la muerte, la confusión, la sed de conocimiento y otros aspectos.

La segunda etapa de la metamorfosis (el León) es enfrentarnos a la soledad, porque como ya se ha combatido en las guerras más sangrientas que nos tiene la vida, con este gran logro nos hemos apartado porque de estar igual que los demás siguiendo las leyes de la sociedad llegamos al lugar en donde solo estamos nosotros mismos, la sociedad se ha quedado atrás desde nuestro punto de vista. La soledad es el lugar perfecto para que el ser humano cuestione de todo: de su existencia, del sentido de la vida, de si realmente existen las cosas, los valores, los sentimientos. Aquí es cuando se da lugar una crisis existencial, en la dulce y tierna soledad.

Al terminar esta crisis el ser humano tiene dos opciones: rechazar la vida por no tener sentido y se suicida, o exige su propia libertad y crea su propio significado.

Porque si bien alguien quiere decirte qué cosas tienen significado, este intento será en vano porque para ti no tienen el mismo significado las cosas que para otras personas, por ejemplo: una persona puede tenerle mucho aprecio a la familia y no tanto a los amigos, mientras que la otra ama, realmente aprecia demasiado a sus amigos y no puede tenerle mucho amor o afecto a su familia, podría quizá hasta odiarla. Esto es realmente cierto porque además de que lo dijo Nietzsche, la escritora Janne Teller hace referencia a este concepto.

El tercer y último paso de la metamorfosis el hombre solitario, invadido por la crisis existencial tiene que volver a nacer, ser un niño, necesita olvidar su pasado para llegar a una estabilidad definida. Para poder realmente disfrutar del momento, bailar esta canción llamada vida. De esta forma, para Nietzsche se llega a la real liberación y con ello se disfruta realmente la vida.

Lilith