viernes, 20 de mayo de 2022

Noche de mayo

Mayo…que noche tan sombría me permites conocer hoy, llena de dudas, de inseguridades, de cobardía, de miedo. 


¿Dónde quedo aquella valentía que me asegurabas que tenía?, será acaso una noche cualquiera o es una noche importante para despertar y ver si hay algo que cambiar. 

Dudas…mas dudas… me pregunto ¿Qué pasa?, seré el único ser con este insomnio…¿alguien podrá comprenderme? 

Despierto, siento mis pies fríos, mi cabello enredado por las vueltas que di en la cama, con ojeras por el desvelo…un día más…una mañana más, ¿pero con que propósito? 

¡AYUDAME!, suplico una respuesta a este mar lleno de dudas. 

Volteo y veo que no soy la única con esta incertidumbre, con este vacío, con este miedo. 

¿Desde cuando levantar la voz por lo que es justo está mal?, ¿desde cuando exigir igualdad es malo?, ¿desde cuando exigir respeto es motivo de burla? 

Claro es que tengo solo 20 años, que se yo de la vida, si soy una niña, si me hace falta tanto por vivir, hay mucho que madurar ¿Por qué debería ser tomada con seriedad?, si la situación no es para tanto, solo estoy exagerando. 

Entonces me recuerdo: Soy una persona jóven tengo experiencias únicas que pueden hacer un gran aporte al cambio social y a la toma de decisiones. Se nos ha dicho que nuestras voces no importan durante demasiado tiempo. Estoy en desacuerdo.

Como jóvenes, tenemos que hacer frente a las normas sociales y no conformarnos con el statu quo.

Camino, el viento sopla mi cabello, el aire huele diferente, fresco, entonces recuerdo que por ahí leí cuando Salvador Allende visitó Guadalajara, México, afirmó que “es una contradicción biológica ser joven y no ser revolucionario”. Parafraseándolo, podría decir que es una contradicción hasta biológica que hoy la juventud no solo esté ajena a la política en el sentido más amplio y sino a cualquier tema.

Pero ¿será que no somos involucrados porque no somos capaces? O típicamente según la persona experta dice: no estas lista. Y no piensa en si está mal o quizá esta en lo correcto, me enojo solo de pensarlo, pero como voy a estarlo, si ni siquiera intentarlo me dejan y personalmente puedo decir que nadie esta lo suficientemente listo para hacerlo, se necesita un salto de fe y confianza en uno mismo, si yo no crees en mí….nadie lo hará. 

¿Un consejo que me recuerdo? 

Identifico qué relaciones me dañan y tomo decisiones al respecto, establezco límites y defiendo mis propios derechos. Llego a la banca, mis muslos sienten esa textura de metal fría y entonces recuerdo palabras de mi abuela: “nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”, me río, era una cita de Eleanor Roosevelt que me animaba en aquellos momentos de bajón. 

Mirando a la calle vacía, sin sol, con ese aire frio que congela mis mejillas, las cuales toman un color rojo besados por el sol, llega a mí un sentimiento de fortaleza, palabras que quiero decirte y sale de mi interior una voz que suena alto, claro y fuerte: 

Todos nos equivocamos, lo que hacemos después es lo que realmente define quienes somos. La vida está llena de obstáculos, situaciones que nos hacen dudar, cuestionarnos, que nos dan mucho miedo, e incluso, una que otra, que nos incite a rendirnos. 

El problema no está en el miedo, tampoco en las dudas, está en lo último que menciono: en que te rindas, ese es el problema 

¡Pierde el miedo! No te quedes con la duda de qué pasará. La mejor manera de averiguarlo es HACIÉNDOLO. Si tienes miedo, HAZLO CON TODO Y MIEDO. 

Toma los obstáculos como un reto para demostrar lo fuerte que eres, no los tomes como tal. Son pruebas que la vida te pone para que demuestres que eso no te detendrá. Y se el cambio que quieres ver en el mundo.

Fille

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