domingo, 28 de julio de 2019

José Martí

En honor a nuestro prócer José Martí.


En una sección del primer número de La Edad de Oro, sentencia:

“Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, si no para ser útil al mundo, enseñando que la naturaleza es hermosa, que la vida es un deber, que la muerte no es fea que nadie debe de estar triste ni acobardarse mientras haya libros en la librería y luz en el cielo y amigos y madres.
Antes todo se hacía con los puños, ahora la fuerza está en el saber más que en los puñetazos, aunque siempre es bueno aprender defenderse porque siempre hay gente bestial en el mundo y porque la fuerza da salud, y porque se ha de estar dispuesto a pelear para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo”


José Martí, hombre de muchos saberes, idealista y férreo patriota; hoy, con motivo de que no quede olvidada su obra recordaremos sus hazañas:

Hijo de españoles, nació en La Habana, Cuba el 8 de Enero de 1853. En su adolescencia ya era un independentista para arrojar fuera de América los últimos vestigios del colonialismo español; periodista desde los 16 años, siendo su obra “La Patria Libre”, pero por su ideología es encarcelado por el régimen español pasando 6 años de su vida viendo los horrores de la privación de la libertad. Posteriormente es exiliado y estudia en España donde hace sus cursos en Filosofía & Letras y en Derecho Civil para posteriormente ejercer como catedrático en México y Guatemala.

José Martí vivió más años fuera de Cuba que dentro de ella pero, a pesar de eso, es catalogado como el más cubano de todos los cubanos y de él aprendemos su lección: nunca olvidar la patria, que es como olvidar a una madre; algo imperdonable.

En 1889 Martí empieza su obra más notable “La Edad de Oro” según el primer número de su obra él afirma:
“Para eso se publica La Edad de Oro: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy, en América‚ y en las demás tierras; Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo. Y queremos que nos quieran, y nos vean como cosa de su corazón. Así queremos que los niños de América‚ sean: hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien; hombres elocuentes y sinceros.”

Gracias a este pensamiento que fue heredado tras generaciones cubanas tenemos hoy a nuestra institución de aprendizaje, talleres AJEF, con orgullo herederos de la ideología de Martí.


Aunque el racismo predomina en su época, él está a favor del mestizaje y a pesar de ser hijo de españoles, habla en contra del colonialismo que arrasó con los pueblos indígenas. Él decía “al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después en pago, el deber de contribuir a la educación de las demás”.

La educación desde sus ojos era de las cosas más importantes que existía para el hombre, ya que era la herramienta para poder deshacernos de ladrones, de tiranos y de evitar a canallas, porque a pesar de que los estudiantes son apenas una fracción del total de una población, son el 100% de nuestro futuro.
Martí, acompañado con Juárez, Bolívar y San Martín, es uno de los grandes padres de latinoamérica.
José Martí al regresar a su tierra al frente de batalla para participar en el movimiento independentista, muere, para dejar de ser una persona y convertirse en rostro de la AJEF, de la educación y de la fraternidad.

El fue el autor de “Todo hombre en la vida debe tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”.

Deus meumque jus.
Luis Hernández

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