En honor a nuestro prócer José Martí.
En una sección del primer número de La Edad de Oro, sentencia:
“Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, si no para ser útil al mundo, enseñando que la naturaleza es hermosa, que la vida es un deber, que la muerte no es fea que nadie debe de estar triste ni acobardarse mientras haya libros en la librería y luz en el cielo y amigos y madres.
Antes todo se hacía con los puños, ahora la fuerza está en el saber más que en los puñetazos, aunque siempre es bueno aprender defenderse porque siempre hay gente bestial en el mundo y porque la fuerza da salud, y porque se ha de estar dispuesto a pelear para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo”
“Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, si no para ser útil al mundo, enseñando que la naturaleza es hermosa, que la vida es un deber, que la muerte no es fea que nadie debe de estar triste ni acobardarse mientras haya libros en la librería y luz en el cielo y amigos y madres.
Antes todo se hacía con los puños, ahora la fuerza está en el saber más que en los puñetazos, aunque siempre es bueno aprender defenderse porque siempre hay gente bestial en el mundo y porque la fuerza da salud, y porque se ha de estar dispuesto a pelear para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo”
José Martí, hombre de muchos saberes, idealista y férreo patriota; hoy, con motivo de que no quede olvidada su obra recordaremos sus hazañas:
Hijo de españoles, nació en La Habana, Cuba el 8 de Enero de 1853. En su adolescencia ya era un independentista para arrojar fuera de América los últimos vestigios del colonialismo español; periodista desde los 16 años, siendo su obra “La Patria Libre”, pero por su ideología es encarcelado por el régimen español pasando 6 años de su vida viendo los horrores de la privación de la libertad. Posteriormente es exiliado y estudia en España donde hace sus cursos en Filosofía & Letras y en Derecho Civil para posteriormente ejercer como catedrático en México y Guatemala.
José Martí vivió más años fuera de Cuba que dentro de ella pero, a pesar de eso, es catalogado como el más cubano de todos los cubanos y de él aprendemos su lección: nunca olvidar la patria, que es como olvidar a una madre; algo imperdonable.