martes, 28 de agosto de 2018

Lo mejor es el trayecto

Muchas veces, en un viaje es más memorable el camino que el propio destino, no necesariamente porque el lugar no sea lo suficientemente atractivo sino es meramente cuestión de percepción.

Para ejemplificar mejor lo antes dicho quiero compartirles esta experiencia de viaje que aconteció relativamente hace poco tiempo.
Fue en la primavera de 2017, mis abuelos y yo emprenderíamos una travesía por tierra que abarcaría más de medio país. Nuestro destino: Mexicali, Baja California. Se tenía proyectado que el trayecto durara 36 horas aproximadamente. En esas horas que transcurrieron en ocasiones rápido y otras muy lento, aproveché para leer uno de los libros que más me ha llamado la atención: “Un Mundo Feliz” de Aldous Uxley, además que días antes había descargado la aplicación Spotify (que por cierto yo estaba en contra de los servicios de streaming musicales, me encontraba más a favor de comprar las canciones, pero esto da tema para otro trabajo) por lo tanto tenía acceso a mucha más música de lo que había tenido antes. Total que comencé a descargar canciones de artistas un poco menos contemporáneos pero en la mayoría eran canciones que en ese momento eran populares o nuevas.
Una experiencia poco agradable, pero algo curiosa, es que al atravesar las entidades federativas había una serie de retenes por parte del ejército, otros de la policía federal e incluso de la Marina, que consistía en una revisión tanto del autobús como de las maletas de cada quien; la primera vez que nos revisaron (fueron como 8 retenes en total) me sentí muy nervioso pero ya las demás lo veía como algo rutinario.
Total que llegamos a nuestro destino luego de 39 horas de viaje, nos recibió uno de mis tíos que tiene una casa en un pueblo costero llamado San Felipe, que se encuentra aproximadamente a una hora con cuarenta y cinco minutos de la ciudad de Mexicali, (ya para ese punto la verdad se me hacía poco tiempo de trayecto) pero lo interesante es que ese pueblo sigue siendo parte del municipio de Mexicali, lo cual me llamó la atención porque habíamos recorrido más de una hora y seguíamos estando en la misma delegación en contraste con Jalisco que ni siquiera te das cuenta cuando cambias de un municipio a otro. Conociendo el pueblo de San Felipe y demás localidades conocí mucho de la cultura y la vida cotidiana de esa región, viví la preocupación tanto de autoridades y pobladores por proteger la fauna marina del mar de Cortez además de observar la mezcla de culturas entre México y Estados Unidos. Retomando el punto que mencioné al inicio del trabajo, cuando escucho las canciones que había descargado en ese viaje me imagino los paisajes que observaba, además el libro de "Un Mundo Feliz" también me recuerda ese momento. Incluso la canción que más me recuerda al viaje es una titulada “Lust for life” de Lana del Rey, que en una parte menciona "There's no more night, blue skies forever” (Ya no hay más noche, cielos azules por siempre) ya que en Mexicali es muy raro que llueva y por lo tanto no hay nubes. Otra frase es de una canción de Aerosmith (Amazing) que me gusta mucho: “Life’s a journey, not a destination” (La vida es un viaje no un destino), la cual en este viaje lo logré comprender.
ALRE

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