y siempre que me encuentro entre cuatro paredes
me acongoja la soledad.
Con la esperanza de algún día despertar de esta agonía que no me deja descansar
Siento que el tiempo se congela a mi alrededor.
Ya no escucho el trinar de las aves al despertar
ni las risas de los infantes provenir de la travesía.
Ya no escucho las alegres anécdotas de mis amigos
Y el café cada día es más áspero y al paso
de la incertidumbre se enfría cada vez más rápido
solo me queda la esperanza de sentir la libertad
de la cual se me ha despojado.
Este poema se refleja a la situación actual que estamos atravesando debido al Covid-19 debido a que estamos pasando por momentos de incertidumbre, todos estamos entre cuatro paredes y los días de la semana que eran más esperados ya no lo son más.
Debido a que cada día es igual, nos sentimos presos y aislados de la gente
que amamos, de los lugares que frecuentamos y ansiosos por lo que nos deparará el mañana. Pero es necesario aprender a autoconocernos a experimentar nuestro pensar y sentir; y poder ser más conscientes de las circunstancias que se presentan cada día.
Este es el momento donde las personas aprenden a ser más solidarios, comprensivos y conscientes evitando el lado individualista y egocéntrica.
L.R.Z.
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