Deja De Correr

Hace  días que siento que parece que hay mucho tiempo y que en una de esas noches de insomnio, hay algo sombrío y me vino a despertar de la siguiente manera: en la más pura abstracción de mi mente surgió de repente un interrogante que dejo a mi ser exhausto.

Pues ¿quién soy yo? ¿Por qué en todo momento estoy y sin embargo jamás estoy donde quiero estar? ¿Qué sentido tiene todo esto?
Juro que jamás me sentía de esta forma, quizá tanto tiempo de estar en casa, quizá todo lo que pasa en el mundo me puso a pensar así; que la vida es certera. ¿Cómo entender que en ese preciso instante una idea empezó a nacer?
En silencio y con la soledad pienso, en el sentido de mi vida. En tan solo escribir para ella. Pero eso va dejando mi piel desnuda y sin amparo. La luz no ilumina, pues me quedo sin palabras cuando la noche termina. Mientras que toda la noche solo surgen millones de dudas.
Porque creo que vivir es simple, que solo van pasando minutos, pero NO, la vida quizá a veces sea un poco mas complicada, pues cada segundo que pasa, es un instante de mi vida y a veces solo los dejo pasar como si algún día los recuperara, me he puesto a pensar ¿Por qué creo que algún día los recuperaremos?  ¿Por qué realmente no disfruto cada segundo, cada minuto, cada hora que pasa?
¿Qué pasa por mi mente que ni siquiera me doy cuenta de los pequeños detalles? Será que siempre vivo corriendo, preocupada por otras cosas, pensado en el mañana, mientras dejo escapar el hoy.
Quizá por eso los extraños se enamoran constantemente, ya que enamorados el cerebro reacciona de manera diferente, es ahí cuando se dan cuenta de los detalles, que quizá alguien que va en la calle escucha su canción favorita, quizá ese día se levanten feliz por el amor y todo se acomoda llegan temprano al trabajo, o les va bien la escuela, y no se detienen al pensar en el poder que tienen y que todo eso pasaría de igual forma si tan solo se levantaran con  una sonrisa, pensando que será un buen día, que merecen un gran día, o incluso si tan solo dejaran de correr y prestar un poco de atención su vida sería diferente.

Quizá debería escuchar a Mario Benedetti y aceptar mis sombras, enterrar a mis  miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No rendirme que la vida es eso, es continuar el viaje, perseguir mis sueños, correr los escombros, y destapar el cielo. No ceder, aunque el frío me queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento.
Pues aún hay fuego en mi alma, aún hay vida en mis sueños. Porque la vida es mía y mía también el deseo porque lo he querido y porque lo quiero, porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
La vida es algo que se me ha dado. Por lo mismo, es algo gratuito. Ya estoy en este mundo, y a nada me puedo rehusar. Soy yo la que dibujo, diseño y proyecto sobre el papel de mi vida. Me  echan flores y, al mismo tiempo, espinas. Me besan y, a la vez, recibo miradas de desprecio… Pero tengo capacidad para escoger.
Me dicen que a todo digo que sí. Y ¿por qué?
Porque antes de decir que no pienso que me voy a morir, así que no dejare que mi vida  termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado mis sueños, sin reír, sin disfrutar mis viajes, mis logros, mis amigos, mi familia. No me dejo vencer por el desaliento.
Porque no permito que nadie me quite el derecho de expresarme. No abandono jamás mis ansias de hacer de mi vida algo extraordinario…y ¿tu?

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