miércoles, 10 de junio de 2020

Análisis de película: La Cabaña

La película “La cabaña” se basa en la historia de un padre de familia, quien desde su infancia ha vivido en situaciones traumantes, como que su padre era un alcohólico que lo golpeaba a él y a su madre, donde él vive es muy común que la sociedad se reúna a las misas, un día después que lo golpeara su padre, se va caminando por la calle y se encuentra con una señora que le ofrece pastel y al mismo tiempo le dice que debería hablar con dios de sus problemas.

La misa siguiente, decide pasar al frente a hablar con el padre sobre su situación, pero esto solo causó que lo golpearan más al salir de la misa. Posteriormente se muestra que logra formar una familia feliz, con 3 hijos y su esposa quien es muy allegada a dios y lo transmitía a los demás, es por eso que siempre vivieron en comunicación con dios, pero independientemente, el protagonista después de lo que había vivido en su infancia le costaba encontrar esa misma relación. Un día deciden irse de campamento al lago, un día después momentos antes de irse los dos hijos grandes se encontraban jugando en una pequeña lancha y de repente se voltea dejando a los dos niños bajo el agua, la niña logra salir pero su hermano no, por eso le grita a su padre por ayuda y el salta al agua para salvarlo, cuando lo logra y regresa a tierra se da cuenta que su hija la más pequeña ya no está, la busca por todos lados pero no tiene éxito de encontrarla, todos se preocupan y llaman a la policía, para darse cuenta que la niña había sido raptada y asesinada, el padre se pone demasiado triste por la pérdida de su hija y cae en depresión, su esposa se preocupa por él y su otra hija deja de hablarle, pero el hombre nunca quiso compartir sus sentimientos. Un día mientras limpia su patio de la nieve, se resbala y cae al suelo golpeándose la cabeza y al despertar encuentra una carta que le impacta demasiado pues venía firmada por dios. Decide aventurarse a regresar a la cabaña donde habían asesinado a su hija con el objetivo de vengarse de la persona que lo hizo pero en el camino un camión estuvo a punto de chocarle, (posteriormente se explica que el choque si pasó) a partir de eso se encuentra con una persona que lo lleva a un lugar aparentemente perfecto donde se encuentra con otras dos personas, se da cuenta que los tres son dios solo que cada uno con distintas formas de ser, durante su estadía en ese lugar los tres le planean un recorrido cuyo objetivo es el de hacer sanar la mente y las emociones del protagonista, se le enseña sobre el amor, los juicios, la fe, el bien y el mal, el perdón, a conocerse en lo que es bueno y lo malo, que la libertad es el causante de las cosas buenas y malas y que nadie puede controlar lo que sucede. Finalmente el padre despierta de lo que parece ser un coma en el hospital y se da cuenta que todo lo que vivió fue solo un sueño. Gracias a lo aprendido logra recuperar completamente su vida y se convierte en un hombre pleno. 
Esta película me hizo reflexionar sobre muchísimas cosas, cosas tan comunes y que casi nunca les vi la importancia que tenían, no me considero una persona demasiado religiosa pero independientemente de eso sí creo en un ser superior, por eso, visto desde esa perspectiva todo sigue teniendo mucho sentido, algunos de las reflexiones que encontré más potentes son por ejemplo la de que los seres humanos fuimos creados para amar, lo que se traduce en que todos buscamos la felicidad como fin último para ser personas plenas, tal como lo fue el hombre al final de la película; que hay que confiar en nuestras propias habilidades y con seguridad podemos lograr lo que sea que nos propongamos; que tenemos que aprender a conocernos para aprender a utilizar nuestros defectos y virtudes en conjunto para lograr combinaciones que ayuden; que juzgamos a todos tan fácilmente y no nos damos cuenta de realmente la responsabilidad que cargamos con hacerlo, que al no tener control sobre las cosas que pasan, no tenemos por qué reprimirnos cuando algo malo sucede; que aprender a perdonar sana el alma y finalmente una de las que consideré la más importante es la de disfrutar el camino y no buscar correr a la meta, muchas veces por nuestras vidas tan aceleradas no logramos darnos cuenta que la vida se nos pasa por enfrente, no aprendemos a vivir en el ahora y nos la pasamos buscando metas como un título, un empleo, una supuesta versión de éxito, etc. Para darnos cuenta que al conseguirlos no nos sentimos como creíamos que nos sentiríamos, la felicidad solo dura unos instantes, después se desvanece pero ya dejaste atrás muchos años que de no pensar tanto en la meta pudiste haber aprovechado mejor las cosas realmente buenas de la vida. 
R. M. A.

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