jueves, 11 de junio de 2020

Del Individuo

¿Qué tanto nos hacemos responsables de nuestras vidas, de 
nuestras decisiones…de nuestros destinos?

 
Reiteradamente escucho una postura que plantea que las personas 
están atadas a su forma de vida por el lugar en el que nacieron, sus 
amistades, familiares, compañeros etcétera, pero ¿a caso la persona 
no tiene ninguna oportunidad de discernir ante tal situación? Para mi 
es un rotundo sí. Es posible siempre y cuando se este consiente de el 
poder que tiene el individuo pero que no siempre esta dispuesto a 
tomar. Puede ser por miedo, ignorancia, mediocridad o simplemente 
falta de interés. Se ha creado un sentimiento colectivista 
generalizado, dicta que para cambiar es necesario que cambien los 
demás, que para progresar es necesario que progresen lo demás, 
que para ser mejor es necesario que mejoren los demás. Desde mi 
perspectiva es a la inversa, el cambio debe surgir del individuo y ser 
un transformador activo en su entorno para así lograr el progreso, no 
esperar a que los demás hagan algo. Así pues: Hacer hombres para 
hacer pueblos. 
Existen muchas cosas que el individuo NO puede cambiar, que 
simplemente están fuera de su control, capacidad de influencia y 
decisión. Por ejemplo, al navegar en el mar no puede cambiar la 
corriente del viento ,lo que sí se puede hacer es cambiar la 
orientación de las velas para impulsarlas. No se puede cambiar el 
curso de una tormenta, lo que sí se puede hacer cambiar el curso del 
barco para no ser arrasado por ella. No se puede cambiar a la 
sociedad, lo que sí se puede es cambiar al individuo. 
El individuo no puede vivir fuera de una sociedad, esta es necesaria
para el desarrollo de habilidades como socializar y el lenguaje siendo
estos los puentes para formar un “ser”. Sin embargo, una vez que se
desarrolle, el individuo debe tomar la responsabilidad de
transformarse activamente para no ser influenciado de manera
negativa lo que ocasionaría que lo lleve a un estado de sumisión,
mediocridad mental y espiritual. Debemos de dejar de ser camellos
para convertirnos en leones.
El individuo tiene la capacidad de cambiar su mentalidad, su actuar…
su destino, pero ¿qué tanto esta dispuesto a ello? Intentar hacer ese
cambio es doloroso, conlleva esfuerzo, determinación y un precio
bastante alto que no todos están dispuestos a pagar. Muchos,
prefieren culpar a otros de su situación personal, culpar al destino,
culpar a la sociedad donde se desarrollaron y simplemente sueltan el
timón para que el viento, el azar mueva el destino de sus barcos…de
sus vidas. Se deja de esforzar porque se cae en el pensamiento
pesimista de que el individuo no puede hacer nada ante este sistema
y así es, si lo permiten. Bajan los brazos, dejan de luchar y se
convierten en engranes, robots automatizados y acondicionados por
este sistema.
El individuo tiene la capacidad de decir ¡BASTA! e históricamente se
ha demostrado. Me permito citar a uno de mis autores favoritos, Juan
Miguel Zunzunegui para ejemplificar lo antes mencionado.
“Un día de 1917 el Zar de todas las Rusias ordenó a sus soldados
disparar a la multitud...., ellos se negaron y cayó el Imperio Ruso.
Un día de 1918 el Kaiser alemán ordenó a sus marineros subir a lo
que quedaba de la flota y aniquilar a los británicos..., ellos se negaron
y cayó el Imperio Alemán y con él la guerra.
Un día, el que sea, el que tiene la orden de disparar y matar puede
decir NO..., ese día termina la guerra.
Un día, el que sea, puedes ver los ojos del otro y ver a un hermano
que sufre.
Un día, el que sea, puedes dejar de gritar consignas de odio
Un día, el que sea, puedes comprender el sufrimiento de todos tus
hermanos.
Un día, el que sea, puedes detener tus pensamientos de violencia y
darte cuenta de que todos tienen miedo.
Un día, el que sea, puedes detener el golpe que estás a punto de
soltar, y callarte la palabra de odio que estás por proferir.
Un día, el que sea, puedes ver a un ser humano detrás de las
etiqueta que le has puesto.
ESE DÍA PUEDE ACABAR LA GUERRA...., depende ti, ESE DÍA
PUEDE SER HOY”
El individuo se debe liberar así mismo primero, para después liberar a
los demás. Liberarse de dogmas, pensamientos heredados como el
totémico, nacionalista y egoísta. Al liberase cómo en el mito de la
caverna de la Platón tiene la OBLIGACION de liberar a sus
compañeros , a sus hermanos y mostrarles que hay mas allá de el
mundo de sombras, que hay más allá del bien y el mal. Por lo tanto, el
individuo no tiene que caer en un pensamiento que lo aísle de los
demás, tiene que tener presente uno de los valores qué tanto
necesita la sociedad occidental, la EMPATÍA. Finalmente, si el
individuo quiere hacer una revolución debe empezar por una interna ,
para cambiar, romper con el ciclo y el sueño que casi todo la
humanidad tiene.
Termino mi reflexión mencionado uno de mis poemas favoritos,
titulado “Invictus” un poema breve escrito por el poeta inglés William
Ernest Henley (1849-1903) en 1875 que fue publicado por primera
vez en 1888.
“Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
doy gracias al los dioses que puedan existir
por mi alma invicta.
En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza sangra, pero está erguida. 

ALRE

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