sábado, 21 de agosto de 2021

Las Amazonas

La mitología griega ha sembrado a la historia con infinidad de mitos y leyendas sobre muchos personajes que hoy en día forman parte de la historia, hayan sido o no, de ficción, como por ejemplo el tema que nos va a ocupar en las siguientes líneas, el mito de las Amazonas.


La ubicación de su lugar de origen se pierde en la nebulosa del tiempo y ni los más estudiosos se ponen de acuerdo para definir exactamente dónde se encuentra exactamente.

Algunos eruditos dicen que en una zona del Cáucaso. Otros en el margen izquierdo del Danubio, en Esticia y muchos otros lugares

Las legendarias y feroces guerreras que lucharon en la antigua Grecia o en Persia, disparando con sus arcos mientras montaban a caballo, fueron, efectivamente, una leyenda. Pero, aunque la realidad probablemente esté muy lejos de los relatos míticos, algunos descubrimientos e investigaciones realizados en los últimos años podrían indicar que realmente existió, en una zona al sudoeste de la actual Rusia o al sur de Ucrania, un pueblo en que había mujeres guerreras que habría servido de base a la narración posterior. En concreto, se han encontrado las sepulturas de varias mujeres enterradas con instrumentos militares y que presentaban heridas, probablemente, de guerra.

Aunque el relato mitológico sobre las amazonas que ha llegado hasta nosotros corresponde a la mitología griega, se pueden encontrar referencias en varias culturas, desde la antigua Persia hasta Egipto, India o China. Los griegos decían que las amazonas eran valientes, atractivas pero peligrosas, y que se cortaban o cauterizaban el pecho derecho para usar mejor su arco. Supuestamente vivían aisladas en una colonia de mujeres, sin necesidad de ningún hombre, en un territorio cuya capital, según Heródoto, era Temiscira, una ciudad fortificada en lo que ahora sería el norte de Turquía.

Según la mitología (azuzada por historiadores como Heródoto o Plutarco) las amazonas eran un pueblo de mujeres guerreras expertas en el uso del arco y más que diestras a la hora de cabalgar. La leyenda, con todo, ha tenido un doble rasero con ellas, que odiaban a los hombres (únicamente mantenían relaciones sexuales con ellos una vez al año para perpetuar su linaje); y que ahogaban en muchos casos a sus vástagos si estos eran varones.

Se dice, que para evitar que hubiese cualquier hombre entre sus filas (aunque las amazonas de más alto rango tenían criados), sólo mantenían relaciones sexuales con varones extranjeros y si tenían descendencia masculina, los hijos eran asesinados o terriblemente mutilados.

Como era de esperar no adoraban a un dios, sino a una diosa, Artemisa, cuyo modo de vida, según las leyendas, era el que hacía de guía para estas formidables guerreras. Se llegó a atribuir a las amazonas la fundación de la ciudad de Éfeso y también la construcción del gran templo de Artemisa, aunque no hay pruebas de ello.

Muchas fueron las amazonas famosas que pasaron a la Historia. Por ejemplo: Pentesilea, de quien se dice que participó en la guerra de Troya demostrando un gran valor en combate equiparable al más fiero guerrero de cualquier rincón de la tierra, aunque fue asesinada por Aquiles.

Otra amazona que destacó de entre su pueblo fue Hipólita, de quien se dice que era hermana de Pentesilea y que gozaba de cierta ventaja sobre los demás guerreros, contaba con un cinturón mágico que le profería ciertos poderes en el campo de batalla.

Según sus leyendas, se dice que pudieron combatir contra grandes guerreros y personajes de gran importancia como Belerofonte, que luchó con ellas por orden de Yóbates O incluso el propio Hércules, quien tuvo la misión en uno de sus 12 trabajos, de recuperar el cinturón mágico de Hipólita, la reina de las amazonas, quien cayó en batalla contra el héroe.

Incluso lucharon contra Atenas después de que Teseo, quien acompañaba a Heracles en su misión de recuperar el cinturón, se llevase a Antíope a su tierra. Esta acción hizo que las amazonas fuesen a la guerra contra la Atenas reinada por Teseo, después de la muerte de su padre Egeo.

Etimológicamente, amazon deriva probablemente de un etónimo iraní, hamazam- , que originalmente significaba “guerreras”.  

La variante griega del nombre estaba relacionada por etimología popular de “a”, “sin”, y “mazos”, “sin senos”; relacionado con la tradición que decía que las amazonas se cortaban o quemaban el pecho derecho, para poder se capaces de usar el arco con más libertad, y criaban a sus hijas con el izquierdo. Pero en las obras de arte no existen indicios, las amazonas siempre son representadas con ambos pechos, aunque con el derecho frecuentemente cubierto. 

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