Escucho timbrar mi celular
en una madrugada cualquiera
donde el sueño ya lo espantó mi tristeza.
Cegada por las penumbras
mis manos desesperadamente buscan
la notificación de tu terminada ausencia.
Los crujidos de mi corazón,
desesperadamente buscan
la vibración de tus cuerdas vocales,
para que tu voz, las grietas sane.
Mis ojos, saltan a la pantalla brillante
con la esperanza de, a través de ésta,
una mirada me lances.
Mis oídos se remontan a los recuerdos de tu voz,
mi tímpano pone nuestros recuerdos en una constante repetición.
El sonido de la llegada de un mensaje se ha terminado,
pero me doy cuenta:
solo una tarea más, se ha adjuntado.
Lilith
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