Sin duda alguna todos conocemos leyendas de nuestro país, como la
llorona, el chupacabras, el callejón del beso entre otras… depende
también de la región. Hemos escuchado o conocido a personas que afirman
la existencia de los seres que protagonizan estas historias, sin embargo
no todos tenemos la certeza que realmente habitan con
nosotros.
La leyenda del chupacabras no solo se ha contado en México, tiene
presencia en
países como
Costa Rica,
Bolivia, Honduras,
Paraguay, Puerto Rico,
Argentina… muchos
más. Me
parece curioso
destacar que
muchas de nuestras leyendas
se comparten en otros lugares, que son tan diferentes, supongo
que esto
se debe
a que
vivimos en
el mismo
continente, la
mayoría compartimos el idioma.
Dicho esto, me alegra poder comprarnos un viaje en barco para cambiar
nuestra marea a una asiática, más en específico, Japón.
Así como nosotros tenemos nuestras leyendas e historias, ellos también
tienen las suyas, pero el elenco principal son los
Yokai: son extrañas criaturas
y fenómenos sobrenaturales del folclore japonés.
Para poder comprender de una forma simple lo que les voy a contar, hay
que recordar
que Japón
es un
país bastante
espiritual, quienes
hemos visto la película del
viaje de Chihiro de Miyazaki, podemos recordar que en un principio
no entendíamos
nada, pero
conforme pasa
el tiempo
te das
cuenta de que
el viaje
se sitúa
entre el
mundo espiritual,
donde la
mayoría son
Kami o
Yokai. En otra ocasión les
hablaré de los Kami. A pesar de que la definición
de los
Yokai se
relaciona con
lo paranormal,
hay que
recordar que surgieron en un
mundo, un ambiente en el que la tecnologia no era misma a
la que
tenemos ahorita,
por lo
que podemos
encontrar criaturas
que están relacionadas a
la naturaleza.
A continuación les presentaré algunas de estas criaturas fantasticas:
Nopperabō.
La traducción de su nombre es “monje sin rostro”, se integra a la sociedad humana por lo que lo puedes encontrar en carreteras, posadas, tiendas…
Su presencia predomina en carreteras tranquilas y vacías durante la noche, en donde aparecen disfrazados de hombre o mujer a las espaldas del observador. Cuando el observador se acerca, el Nopperabo se da vuelta anunciando su verdadero rostro vacío, su verdadera forma. Algunos, para maximizar el impacto del susto suelen aparecer con una cara al principio para después, limpiarla dramáticamente con la mano en el momento más oportuno. Con frecuencia los Nopperaboo trabajan en equipo; al momento en que huye la víctima gracias al susto del primer monje sin rostro, se encuentra con otra persona que le pregunta qué ha pasado. Cuando la víctima termina de explicarle a esta persona responde: “Oh, ¿te refieres a esto?” y se limpia la cara para mostrar su verdadera forma. Parece ser que la actividad favorita de los Nopperabo es asustar a los humanos.
Tsurube Otoshi.
Su traducción es “cayendo como un cubo de pozo”. Tsurube Otoshi son
cabezas gigantes incorpóreas que se ocultan en las copas de los árboles
más altos
como: pinos,
kaya, entre
otras… Pasan
la mayor
parte de
su vida en lo profundo del
bosque, con sus almohadas de hojas verdes. Sus dimensiones pueden variar, desde el tamaño
de una cabeza humana, hasta 2 metros de diámetro.
Tsurube Otoshi acecha a los animales y personas que pasan debajo del árbol donde habita, para después, de un brinco, aplastar a su presa y devorarla. El comportamiento de los Tsurube Otoshi ya que finalizaron la caza de su presa, es bastante burlesca y un poco arrogante. Regresan cantando canciones de burla, desafiando a quien sea a que pase por debajo de él y que logre no ser aplastado. Si los Tsurube Otoshi son muy grandes suelen estar más solitarios, mientras que si son pequeños se forman grupos.
Tatsu
Se traduce como “dragón”. Son parecidos a los dragones de China y del resto del mundo, algunos suelen tener varias cabezas; muchos se disfrazan de humanos y nunca se los ve en sus formas naturales. Los tatsu habitan cerca de ríos, cascadas, mares, lagos ya que están fuertemente conectados con el agua. Se les considera los dioses del agua. Viven alejados de los humanos, en grandes palacios. Sin embargo, en algunas ocasiones habitan en templos budistas. Aceptan la adoración y los tributos de los humanos, pero rara vez van a interferir con problemas de la humanidad, a menos de que los afecte directamente. Muchos de los Tatsu pueden ser generosos y bondadosos dispuestos a prestar sus artefactos mágicos a héroes, pero otros pueden atormentarnos por despecho.
Koto furunushi
Se traduce como “viejo maestro de koto”. Tiene la apariencia de un koto,
el instrumento nacional japonés, un instrumento largo parecido a un arpa
transformado en una bestia salvaje. Es un koto que se utilizaba con
bastante frecuencia hasta que eso paró y se almacenó. Transformándose en
el koto furunushi. Pueden parecer bestias salvajes, pero recuerdan todas
las canciones que se les tocó. Por lo que ellos tocan cuando nadie los ve
o están cerca, haciendo que se pregunten de dónde viene la música.
Prefieren tocar las melodías que han sido olvidadas.
Teke teke
Su nombre es una onomatopeya de su caminar con las manos, así que se le puede denominar también shaka shaka, pata pata, kata kata, koto koto e hijikake baba. Es un fantasma que aparece en varias leyendas urbanas, son casi siempre mujeres a las que les falta la mitad inferior de su cuerpo, ella corre con sus manos creando así su nombre. Suele aparecer en carreteras y caminos oscuros donde persigue a sus víctimas; a pesar de no tener piernas puede correr increíblemente rápido, tan rápido que puede alcanzar a sus víctimas en automóviles, alcanza alrededor de 150 km por hora.
Existen muchas versiones de su origen, cada localidad tiene una versión distinta a la otra. En algunas historias, el teke teke fue victima de un trágico accidente de trafico, en otros, fue un suicidio. En algunas historias un hechizo mágico puede salvarte, en otras nada puede salvarte. Lo que tienen en común todas las versiones de su historia es que apuntan a una mujer de Hokkaido llamada Kashima Reiko.
La leyenda dice: en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, un empleado de oficina en Muroran, Hokkaidō fue agredido y violado por personal militar estadounidense. Esa noche, saltó de un puente a las vías del tren y fue atropellada por un tren que se aproximaba. El impacto fue tan fuerte que su cuerpo se partió por la mitad por la cintura. El frío severo de la noche de Hokkaidō hizo que sus vasos sanguíneos se contrajeron y le impidió sangrar rápidamente. En cambio, se retorció y se retorció en busca de ayuda durante varios minutos. Se arrastró hasta una estación de tren y un asistente la vio. En lugar de tratar de ayudarla, el encargado de la estación simplemente la cubrió con una lona de plástico. Murió una muerte lenta y agonizante.
Pero aquí te pregunto: ¿Qué harías tú si te encontraras a alguno de
ellos?
Lilith
http://yokai.com/tenjoukudari/
https://voyapon.com/es/yokai-monstruos-sobrenaturales-japon/
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