“Más tarde o más temprano el espacio será un vertedero tal que ya no podremos ni usar nuestros satélites”.Rüdiger Jehn, Ingeniero, Agencia Espacial Europea “Sí, los galos tenían razón, el cielo se nos puede caer encima”. Es la advertencia que nos hacen desde el documentalo Alerta: basura espacial . Desde los inicios de la conquista del espacio, los residuos en las afueras de la Tierra se han multiplicado y nunca pensamos como especie que llenar el espacio de basura se nos iba a volver en nuestra contra. Ahora parece que empieza a ser urgente tomar medidas y acabar con los graves riesgos que implica para los satélites y para todas las misión espaciales actuales y del futuro.
Cada vez más satélites
Desde finales de los años 50, hemos lanzado miles de
satélites al espacio para fotografiar nuestro planeta, establecer las
previsiones meteorológicas, transmitir señales telefónicas, de televisión o de
radio.
Cuando la vida útil de estos satélites termina, dejan
de funcionar, y se convierten en basura espacial girando a más de 30.000 km/h
alrededor de la Tierra.
La basura espacial amenaza con entrar en
colisión, tarde o temprano, con todos nuestros satélites.
¿Qué ocurriría entonces? Los expertos vaticinan que haría retroceder
nuestra civilización 60 años, si no conseguimos solucionarlo.
Ya es demasiada basura espacial
Como cada lanzamiento se cataloga, se conoce con
bastante exactitud qué es lo está dando vueltas sobre nuestras cabezas. “El
conjunto de esos satélites y desechos representa, más o menos, una masa de
7.500 toneladas, lo que pesa la Torre Eiffel, por ejemplo”, apunta Christophe
Bonnal, experto del Centro Nacional de Estudios Espaciales de París.
Las afueras de nuestro planeta se parecen ya un
vertedero espacial por el que circulan satélites. Los desechos de un tamaño
superior a un centímetro se cifran en cerca de un millón y hay alrededor de
20.000 objetos en órbita en el espacio. “Antes mandábamos objetos al espacio
con esa idea de que, el día en el que dejaran de funcionar, se quedarían allí,
o que, si estaban a baja altitud, volverían a descender lentamente a la
Tierra”, explica en el documental la ingeniera aeronáutica, Noelia
Sánchez-Ortiz, experta en localizar y vigilar la evolución de la basura que
viaja por el universo desde la empresa Deimos Space.
Desde 2007, la situación es más grave
Los desechos de gran tamaño se cifraban en unos 12.000
hasta el año 2007, donde se produjeron dos acontecimientos que agravaron la
situación y que amenazan directamente a todos los aparatos en órbita baja de la
Tierra.
El primer hecho lo protagonizó el Kosmos 2251, un
satélite ruso en órbita baja averiado que se estrelló contra un vehículo
americano recién estrenado, el Iridium 133. Provocó un impacto que genera cerca
de mil fragmentos de más de diez centímetros de diámetro y un sinnúmero de
fragmentos aún más pequeños. El otro acontecimiento, lo protagoniza China
cuando decide, voluntariamente, destruir el Fenyung 1 C, un satélite
meteorológico fuera de servicio, con un misil. “Todo el mundo sabe que el
“accidente” chino fue una prueba para demostrar que era posible planear una
colisión. Fue un acto intencionado y sigue siendo la principal causa del
problema actual”, señala Noelia Sánchez-Ortiz.
El “síndrome de Kessler”
La creación de un cinturón de basura provocado por la
colisión de los satélites artificiales fue ya un escenario que dibujó el
consultor de la NASA, Donald J. Kessler, que predijo que las colisiones serían
cada vez más corrientes, “como una partida de bolos interminable en la que, una
vez derribados, los bolos se convierten a su vez en proyectiles”.
“Actualmente, hay suficientes objetos en órbita
alrededor de la Tierra como para que, cada diez años, dos objetos de gran
tamaño entren en colisión, y se desintegren por completo con el impacto”,
explica Kessler.
Buscando basureros espaciales
Las agencias espaciales corren riesgos cada vez
mayores con cada nuevo lanzamiento. En el caso de la Agencia Espacial Europea ya han
cuantificado y asumido el riesgo que corren cada vez que lanzan un satélite:
uno de cada cinco cohetes podría no concluir su misión.
“La probabilidad de perder un satélite es de un 5%.
Uno de los factores es el riesgo de chocar con la chatarra espacial.”, declara
el ingeniero Rüdiger Jehn. La Agencia Espacial Europea prevé que en el año 2038
el riesgo de colisión ascenderá al 20%”.
R. (2021, 18 junio). ¿Cómo limpiamos la basura espacial? RTVE.es. https://www.google.com.mx/amp/s/amp.rtve.es/television/20210611/documentalalerta-basura-espacial/2102682.shtml
Osmani Preciado
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