viernes, 3 de diciembre de 2021

El observador

Imagina que tú estás en una colina y todo el horizonte son casas edificios etc y por el paso del tiempo se construyen nuevas y se derrumban otras, quizá por el transcurso del tiempo o por una catástrofe unas más se quedarán ahí hasta que tú te vayas. Otras les agregarán más pisos o las remodelarán.


Pues bien, esas edificaciones simbolizan todo lo que conforma tu horizonte, tus amigos, cultura, estudios, carrera, trabajo, posesiones materiales, ideología, pensamientos, sentimientos, gustos, aficiones etc.

Todo lo que puedas observar no eres tú. Todo lo que antes no estaba y ahora está no eres tú, todo lo que ahora está y en un futuro muy probablemente ya no, no eres tú.

Ejemplificando lo anterior. Todo lo que antes no estaba y ahora está no eres tú me refiero a por ejemplo tu cultura, en un caso hipotético si cuando fuiste bebé te adoptara una pareja de otro país, digamos China tú cuando crezcas no vas a hablar español, ni tampoco celebraras tan comúnmente el Día de muertos, ni cantarás y rendirás honores a los símbolos patrios mexicanos, por tu cultura estarás influenciado por china porque es el lugar donde te desarrollaste . Por lo tanto, nadie nace mexicano o chino, se aprende con los años por eso el “Todo lo que antes no estaba y ahora está no eres tú”. Cuando eras bebé no naciste mexicano por eso “no estaba” y ahora está y no eres tú porque el centro es imperturbable y eterno, no hay nada que se transforma más que la cultura.

La cultura, las tradiciones y el nacionalismo son de las etiquetas con las que más se identifican las personas, más se encuentran en un error puesto que están en una constante evolución, hay fechas específicas y personajes que idearon el cómo será la identidad nacional de un pueblo. En el caso de México fue Justo Sierra quien fue ministro de educación en el régimen de Porfirio Díaz. Se creo una imagen del mexicano basado en su historia contemporánea y el pasado indígena que existió en el territorio nacional, se contaron batallas épicas y se dio una biografía oficial para los padres de la patria y sus reformadores.

Lo importante de todo esto es, si ¿las personas que vivían antes de esta creación de la identidad nacional, no eran nada? ¿Estaban esperando a que se creara dicha imagen? Nuevamente “Todo lo que antes no estaba y ahora está no eres tú” ahora nos tocó vivir en un momento de “estabilidad” es decir, en el pasado se libraban guerras para definir territorios y de un día a otro el lugar donde vividas se llamaba diferente y automáticamente deja de existir tú país porque fue conquistado por una potencia, nuevamente te cuestiono ¿qué sucedería contigo si tu “ser” lo basas en la identidad nacional y la cultura si llegara a pasar eso actualmente?

Todo lo que ahora está y en un futuro muy probablemente ya no no eres tú, para ejemplificar lo pongo en la calidad de estudiante, entre 5 y 10 años muy probablemente dejarás de tener esa calidad y tú seguirás siendo no porque dejes de estudiar dejarás de “ ser”, En este caso, el edificio se derribará en tu horizonte.

Lo importante de todo esto es que recuerdes que no eres las edificaciones ni vives en ellas. El peligro es que si tú crees eso cuando se derrumben tú te derrumbarás junto con ellas y te apegarás a algo que no existe más, dejarás de vivir en el presente recordando cuan magnífico era tu edificio. No se identifiquen con nada que puedan observar, dejen que se derrumbe o si no les gusta algo destrúyanlo ustedes mismos, que se construya su horizonte sin apegos y sin sufrimiento porque recuerden ustedes “SON” y punto.

Incluso la moral, lo que consideran “bueno” O “malo” muchas veces es influenciado por nuestra familia, la sociedad, amigos etc. Son edificios más en tu horizonte, que claro los puedes construir de manera consiente o inconsciente. El peligro de tomarlo como parte de ti es que en un caso normal juzgues a los demás porque para ellos es bueno lo que para ti es malo o viceversa. En un caso extremo el peligro es que llegues a lastimar la integrad de alguien que no tiene tus mismos conceptos del bien y el mal. Esto aplica con ideologías, creencias y hasta los equipos deportivos. Por eso la invitación es, ver esos conceptos como simples ideas en las que puedes estar de acuerdo o no y no debería existir ningún problema. Lo importante de todo sería conversar y escuchar al otro sin juzgarlo de loco, de tonto o de malvado solo por el hecho de no pensar como tú.

Si nuestra felicidad depende de que todo en nuestro alrededor estuviera bien somos esclavos de las circunstancias.

ALRE

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