viernes, 5 de noviembre de 2021

Sentido del filosofar

La filosofía no la podemos considerar una profesión, es más bien un ejercicio. Consiste en formar un pensamiento, no en adquirir o acumular uno. Apropiarse de las ideas que se van descubriendo, conociendo y creando. Buscar y limpiar las esquinas de la hegemonía o destruirla por completo. Trata de minar, minar y minar, pero no de una forma sin sentido sino una forma ordenada sabiendo qué atacar y qué dejar. Esta aclaración es importante ya que el pensar erróneamente que la filosofía no es rigurosa se cae en la actividad de filosofar de una manera pobre.


Muy normalmente se piensa que la filosofía no es útil. Aunque tienen razón hay que notar el por qué lo dicen. La sociedad contemporánea, de cuyos principios surgen del pensamiento cartesiano y la revolución industrial, compara y determina el valor de las cosas en base a su capacidad de monetización o directamente en su valor monetario. Con base a esto se cree que filosofar es sinónimo de divagar en cosas poco importantes. Confundimos los aires con las aguas cuando es obvio que es más fácil respirar en los vientos sin forma que debajo de un centímetro de densa agua. El hecho de saber nadar en estas aguas y conocerlas nos delega una responsabilidad enorme hacia el mundo profano.

En lo cotidiano, esta cotidianidad que se ha erosionado bastante y no tarda en caer, es de gran importancia el pensar filosófico. Una vez caiga el edificio, lo que tendremos que hacer no es reconstruir, sino criticar los cimientos para cuando cambiemos a unos después de lo aprendido podamos reconstruir un mejor futuro. Lo más probable es que no se cambien los cimientos en su totalidad. Solo las partes débiles se cambiarán. Esta es una de las partes importantes de la filosofía: bajar de las montañas y regresar a los valles. Buscar nuevos fundamentos para salvar a esta sociedad decadente.

En cuanto a la filosofía como actividad libre, es esta la que define la sociedad y le da dirección a la actividad humana más técnica y científica. El problema con esto es que los cimientos filosóficos que estructuraron nuestra vida contemporánea han estado empolvados y la misma herramienta que moldea esta vida ha sido olvidada ocasionando filosofía pobre y por lo tanto actividades y resultados pobres. Cegados por el utilitarismo y el racionalismo. O seguimos este racionalismo ciego o empezamos a estudiar la otredad.

En la educación se tiene que buscar el fin más universitario posible: la creación de “buenos” seres humanos fuera de la moral; críticos, firmes, empáticos y activistas. Recuperar la curiosidad que tanto nos ha regalado y que debido a su olvido la ciencia se ha estancado en satisfacer los caprichos del mercado. Recuperar el ser humanista y dejar el tecnicismo y el cientificismo, como dogmas, a un lado. Encontrar de nuevo en las calles y en las casas a la sofía y no mera sofística egocéntrica. Estudiar la ética para actuar bajo una moral más incluyente. Lograr reinsertar a la filosofía en la columna del pensar hegemónico para que lo relacionado con la póiesis tenga una dirección más sólida y sustentable en miles de sentidos.

Me pesa el alma ver al pensamiento contemporáneo tan perdido pero me llena de valor y responsabilidad el conocer el problema. Ahora, nosotros como filósofos tenemos la total responsabilidad de contagiar el pensar filosófico y enseñar las aptitudes necesarias para este con la enorme incertidumbre del resultado. Así como Sócrates murió con total dignidad y poder sobre sí mismo, nosotros damos nuestro tiempo que es vida a esta actividad que incluso puede ser peligrosa aún en nuestros tiempos (tengo en mente a Sartre).

En esta etapa en la que estamos nosotros como estudiantes tenemos la maravillosa oportunidad de desarrollar nuestro pensamiento crítico sin miedo a caer en las fauces del cerbero: el relativismo, la determinación y la malinterpretación. Enhorabuena por la oportunidad que nos da la institución de hacer el espacio para el pensar filosófico que demuestra la entrega con el verdadero cambio de la sociedad que nos llevara hacia algo mejor.

Disfrutemos del fruto que nos dan y que otorga dirección, firmeza, voluntad y pasión para encontrar soluciones pero más que nada para buscar problemas que no todos ven. Emociona el imaginar lo que mis compañeros y yo podremos hacer con las herramientas que se nos dan para practicar La Filosofía en la Universidad.

Fibonacci

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